martes, 21 de julio de 2015

Lo leí por ahí...


El amor de una mujer no es jugando, un hombre debe ser consciente de que es amar y de que es dar cariño a un ser tan maravilloso como una mujer.

Un hombre debe ser honesto y darse cuenta de que, amar a una mujer, es una oportunidad de vida increíble y saber valorar que sin ellas, las mujeres, los hombres estamos perdidos. ¿Que haríamos sin ellas?

Para empezar, debe saber que ante todo, debe haber una amistad sincera, la cual siempre haga sentir a la mujer como una persona escuchada y tomada en cuenta en todo, para lo bueno y para lo malo.

El amor también necesita de amistad y que dicha amistad sea esa amistad, que hace sentir esa proximidad y hermandad única. Que pueda sentir que siempre puede contar con su amor y dedicación.

mujer y hombre

Un hombre no puede olvidar que debe cuidar a su mujer siempre, ofrecerle parte de su sentir, con el fin que que el dolor de ella, también le duela a él y sobre todo, que ese cuidado sea regular y sincero, sin intereses innecesarios.

Una mujer necesita sentirse cuidada y respetada, y siendo así, ella podrá dar todo su potencial y estima. Podrá amar con tranquilidad.

No olvidemos que un hombre que decide amar, debe comprometerse y ofrecer un pacto de lealtad a su mujer, siendo fiel y sincero en todo y entregando su amor de una forma transparente y clara, sin nudos ni espesura oscuras. Un hombre debe ser como una gota de agua clara, para que ella se pueda ver reflejada siempre, en su totalidad y grandeza. ¡SIEMPRE!

sábado, 18 de julio de 2015

Promesas

No puedo contar, ni con mi propios dedos,  las veces que me he prometido, incluso jurado, que no volvería a llorar por algo que me haya dañado mis pequeños sentimientos, pero siempre me decepciono yo misma...  Llega un momento en la vida de toda persona, que después de un tiempo te arrepientes de lo que no hiciste. Cambio día a día, digo siempre que yo quiero arrepentirme por haber echo algo, y no por haberlo dejado pasar. La típica historia, en la que los dos se conocen, quedan para verse y una chispilla enciende todo. Surge algo, con lo que se plantean tener algo más. Ella no contesta, por miedo y por confusión por tener a alguien más en la cabeza.  Dos mundos en uno. La chica, confundida, elige algo que piensa que puede salir bien. Pero no.. Los dos, seguían hablando muy de vez en cuando. Un día, él le dijo que había quedado con otra persona, la chica se hizo la fuerte, a pesar de que se estaba comiendo de la rabia por dentro, y le dijo: -me alegro mucho, de verdad...- Aquellas palabras fueron las erróneas. Ellos estuvieron poco tiempo sin hablarse, hasta que ella quiso saber de él. Fue a donde trabajaba con la intención de verle y con suerte poder hablar con él en persona después de tanto tiempo sin verse las caras. No lo vio. Al poco tiempo, el le hablo a ella, ella sin dudarlo contestó... hablaron y quedaron para verse. Nunca habían estado tan enredas, cosquillas, piques, mordiscos... Después de irse él, ella ,como suele hacer mira sus fotos, pero... una en especial le llama la atención: el sale con aquella chica mirándole los labios, hace tres semanas de esa foto. Ella no entiende nada y le pregunta. Él le contesta que no tiene nada serio con esa persona. Después de leer eso, el mundo a la chica se le vino abajo. Llevaba tanto tiempo esperando que alguien la tratase así, que alguien jugara así.. El corazón late rápido, palabras y promesas...cómo puede ser valiente, cómo puede encariñarse cuando tiene miedo a caer. Pero viendo que esta sola, todas sus dudas desaparecen de alguna manera un paso mas cerca. Llega un punto en el que recuerdas aquel día de :-me alegro mucho, de verdad...- Parece ser que al chico le gustas mucho, pero no te quiere a ti.
Acabas equivocándote con todo, equivocándote en lo que dices, comiéndote de rabia por no ser tu esa otra persona. Seguro que desde el primer momento supisteis que esa chica soy yo... y después de decir siempre que voy a arrepentirme de haber echo algo y no de no haberlo echo... Hoy, me arrepiento de no haber dicho lo que tuve que decir en su momento. Me ilusioné por un momento..
Y a día de hoy, me sigo prometiendo no llorar de rabia o dolor por las heridas a navaja que causan a mis sentimientos, y a día de hoy, me sigo fallando a mi misma.
El tiempo se detiene, intento que siga, pero vuelve a detenerse.